sábado, 18 de septiembre de 2010

La encrucijada del petróleo (1)

Desde hace algunos años sigo las noticias del mundo del petróleo. Desde el punto de vista de la mayoría de los ciudadanos comunes de cualquier nación, el petróleo es simplemente algo que está "ahí". Las veces que éstos vienen a la conciencia, el petróleo y sus derivados evocan memorias de malos olores y sustancias que son con frecuencia de manejo peligroso. De otro modo, su presencia es tan silenciosa, que eso es casi lo único que delata su extrema importancia.
Con esta entrada inicio una serie en la cual discutiré algunos hechos bien establecidos acerca de la importancia del petróleo en el mundo actual, y las señales que están enviando algunos de los hechos más recientes. Esta discusión viene entremezclada, por supuesto, con mis reflexiones al respecto. Esas reflexiones, sin embargo, tienen como eje el número creciente de advertencias, provenientes desde toda clase de estamentos, acerca de los problemas que está planteando el cada vez más difícil acceso al petróleo que queda. Esas adevertencias llegan desde agencias de varios gobiernos: de Estados Unidos, del Reino Unido, de Alemania. Entre las agencias estatales que hablan del tema de manera (ligeramente) visible, es notorio que a veces son los ministerios de defensa nacional. También, las señales de alarma vienen desde agencias internacionales, como por ejemplo la IEA, órgano de planeación energética para los países de la OECD. Entidades privadas, sobre todo, pero no únicamente, casas de inversiones bursátiles y compañías de seguros. También he encontrado una buena dosis de esas advertencias y temores manifiestos, en artículos de tipo académico publicados en revistas especializadas de difusión internacional. Por último, existen numerosos blogs dedicados a este tema y temas afines, algunos de los cuales son suficientemente influyentes que sus entradas encuentran ripostas ocasionales desde agencias oficiales. En mi caso, me apoyo mucho en theoildrum.com.

¿En dónde se encuentra la frontera entre el alarmismo y la precaución? Para mí esta es una pregunta importante, la cual aproximaré desde distinots ángulos. El alarmismo puede conducir a la parálisis o a la incredulidad, mientras que la precaución, cuando se la toma en serio, puede ser bastante costosa. Claro que, ahora me acuerdo, la precaución que se limita al expediente de "darse por enterado", sin más, puede resultar - y ha resultado - catastróficamente costosa en todos los sentidos.

Los elementos de la narración que desarrollaré en varias entregas son una mezcla de excitación y entusiasmo por el descubrimiento, ingenio, optimismo, ingenuidad, verdades a medias (y mediáticas), avaricia, miedo, guerra, fiasco, desengaño, y ocasionalmente escándalo.

En los últimos años, vale la pena añadir, he sentido una opacidad cada vez más espesa desde los gobiernos centrales (léase EEUU, Japón y la EU)que tienen más en juego vis-à-vis este problema. Eso me parece, aun más que otras noticias que leo, lo verdaderamente preocupante.

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